Trascendió hace aproximadamente un par de semanas atrás que México había aceptado, tras una petición de la ONU, la reducción de los embarques de vacunas por parte de la farmacéutica responsable, un mar de críticas por negativas se vino encima contra el gobierno y en específico contra el presidente quien hizo el anuncio.
Claro está que el tratar de equilibrar la distribución de la, hasta ahora, única medida eficaz de prevención de la pandemia NO ES PARA NADA INADECUADO, lo que ahora se sabe tuvo un pésimo manejo desde el principio fue la planeación y ejecución de los proyectos de vacunación por parte de gobiernos del mundo, la cual se basó en la garantía de abastecimiento por parte de las farmacéuticas, la cual resultó ser solo una falsa esperanza, pues estas mismas han salido a retractarse, argumentando no tener capacidad instalada para cumplir sus compromisos, haciendo que no se logré llegar a porcentajes adecuados en las metas de inmunización en las poblaciones, y teniendo al tiempo en contra pues la transmisión del virus sigue alta y la esperanza de ver el fin de esta pesadilla que vivimos a diario se diluye a pasos agigantados.
El mecanismo COVAX que maneja la OMS y que está enfocado en generar un reparto equitativo de las dosis de vacuna vs SARS CoV-2, está quedando rebasado por vivales que han acaparado la
producción para satisfacer las necesidades de su población, sin importar lo que pase en otros países.
El manejo de la pandemia a nivel global ha sido sin duda, como lo dijo Richard Norton, un verdadero “escándalo”, el laberinto sin salida en el que nos encontramos sigue y seguirá cobrando altas facturas en vidas humanas y en dinero, lo que nos encamina a un escabroso final.
En México peligra la aplicación a tiempo de la dosis de refuerzo para miles de personas que cuenta ya con la primera dosis, lo que se traduciría en pérdidas millonarias y que pone en duda la eficacia de esta y el cumplimiento de las metas del programa de vacunación (75% de nuestra población para fines de 2021), no suena más que a una utopía.
Desde aquí envío mis mejores deseos al presidente LOPEZ OBRADOR, quien lucha contra la COVID-19. Esperamos su pronta recuperación y sobre todo una reflexión profunda y el viraje en la estrategia nacional de combate a la pandemia, que ayude a reducir el número de contagios y sobre todo de fallecidos.